1º de Mayo 2012. Trabajo, dignidad, derechos. Discurso en la manifestación.

Publicado: 2 May, 2012 en Sindicato

Intervención al final de la manifestación. Julián Buey. Secretario General CCOO Aragón.

Un saludo. En este primero de Mayo, jornada internacional de los trabajadores, nuestra solidaridad con todos los pueblos que en un mundo convulso están sufriendo la violencia, la represión y la guerra. Nuestro recuerdo y nuestro afecto para todos los trabajadores del mundo que cada día luchan por mejorar sus condiciones de vida y de trabajo, a todos los sindicalistas que todavía en demasiados países, tienen que luchar jugándose el tipo en ausencia de democracia y de libertad. La lucha por la justicia social, está íntimamente ligada a la lucha por las libertades.

En nuestro país, día a día, se abre paso la injusticia. Las políticas del Gobierno nos llevan a un precipicio cuyo fondo no se adivina. La insatisfacción popular crece. Las calles se llenan de protesta. Pero se empeñan en negarlo. Tenemos gobiernos ciegos y sordos a las demandas de la ciudadanía. Sin embargo andas sobrados de soberbia y de irresponsabilidad. Nos dicen que van a seguir “reformándonos”, contra viento y marea, contra cualquier atisbo de sentido común.

Algunos medios se empeñan en poner sordina a las movilizaciones, mientras se ataca la pluralidad e independencia de los medios de comunicación públicos. Desde el Partido Popular, amenazan con salir a las calles para decir “la verdad”.

¿Que verdades nos quieren contar?

¿Nos volverán a decir que la reforma laboral es necesaria para fomentar la estabilidad y crear empleo?

¿Que el despido libre y gratuito, hará que los empresarios contraten más?

¿Que cargarse los convenios provinciales y nacionales es bueno para trabajadores y empresas?

¿Que rebajar los salarios aumentará nuestra competitividad?

¿Que recortar la enseñanza, la sanidad y la atención a la dependencia es justo y necesario?

¿Nos dirán que el mejor destino de nuestros impuestos es el de financiar a la banca, ahora liberándola de los activos tóxicos a costa de todos?

¿Nos convencerán de que es justo sacrificarnos para seguir forrando a los especuladores?

¿Que conjugando el verbo reformar con la ley del embudo, es decir saqueando a los trabajadores, los “mercados” les darán su bendición?

Tienen difícil justificar estas mentiras y venderlas como sus verdades. No cuelan. Porque la realidad, es más tozuda que sus fabulaciones. Porque la dureza de lo que pasa en nuestro país se percibe nítidamente. Su ceguera no es la nuestra. Y nuestra presencia en las calles, van a poder con su sordera. O con su ingenuidad. O con su cara dura.

Porque hay que estar ciegos y sordos, ser muy ingenuos, o tener el rostro muy curtido, para negar los dramáticos efectos perversos de sus políticas.

Cada reforma laboral impuesta hace que crezca la desprotección, aumente la precariedad y se destruyan millares de puestos de trabajo.

Facilitar el despido hace que se multipliquen los despidos. Y los empresarios, con carencia de demanda y escasa actividad, contratan menos y peor.

La negociación colectiva está bajo mínimos, los convenios en las empresas pequeñas son imposibles y se individualizan las relaciones laborales a la baja.

Los salarios y pensiones pierden poder de compra y la competitividad no mejora, pero el consumo disminuye y así aumentan las dificultades de las pequeñas empresas, generando más paro.

La enseñanza, la sanidad y las infraestructuras, no nos la regalan, la pagamos con nuestros impuestos. Son inversiones de presente y futuro para nuestra sociedad. Disminuir la calidad de los servicios públicos, o repagarlos, tan solo se explica bajo la perspectiva de la privatización, de querer hacer de ellos, nuevos y lucrativos negocios privados.

Y los mercados, ignorando la sumisión, suben la prima de riesgo, aumentando el precio de sus créditos al Estado, aumentando así el déficit de la Administración. A la economía le dan un tiro, si, pero para llevarla a fosa común de la recesión.

Y a los bancos, más y más recursos de todos, mientras siguen repartiendo dividendos y pagando de escándalo a sus gestores.

Laminación de derechos laborales. Expoliación del estado de bienestar social. Y para eso, nos quieren más débiles, más pobres, menos sanos, más ignorantes, con menos derechos.

Todo un viejo proyecto de sociedad, al que algunos nunca renunciaron. Un viaje al siglo XIX, a la España de pandereta, de amos y señoritos. A la que nos quieren dirigir con retrocesos en las libertades, con limitaciones al derecho de manifestación o de huelga, con aumento de la presión policial. Pero no les vamos a dejar. Se lo vamos a hacer imposible

El movimiento obrero en nuestro país, ha dado reiteradas pruebas históricas de que no se arruga fácilmente ante las adversidades. Los trabajadores, la ciudadanía, vamos a seguir movilizados. Hasta hacerles comprender, que el camino no es la imposición y el autoritarismo, sino la racionalidad, el diálogo y la ampliación de los márgenes democráticos.

Repiten una y otra vez que no hay otra forma de hacer las cosas. Y nosotros, los trabajadores y trabajadoras, les decimos que no es verdad. Y que no nos resignamos. Queremos políticas para la ciudadanía. Que prioricen el bien común. Por encima de los sectores financieros y los bancos, tienen que estar las personas.

Hay que apostar por la inversión productiva, luchar contra la economía sumergida, por políticas fiscales equitativas, por la austeridad y la decencia en la gestión, para que el esfuerzo no recaiga siempre sobre los mismos.

Es la política la que tiene que gobernar los mercados. Consentir lo contrario no es sino un grave atentado a los valores e instituciones democráticas. Una forma de cargarse derechos sociales y laborales tan costosamente conquistados.

En nuestra comunidad autónoma tenemos serios problemas. Se está disparando el desempleo, hay muchas familias con todos sus miembros en paro. Un 14% de la población aragonesa ya vive por debajo del umbral de la pobreza. Nuestros jóvenes, con tasas de desempleo del 50%, están desesperanzados y sin futuro. Muchos de nuestros mayores, y las capas más vulnerables de la población, se ven amenazados por los recortes presupuestarios. Las pequeñas empresas necesitan financiación. Nuestra economía necesita un gobierno dinámico, que la mueva. Y una clase empresarial más comprometida con nuestra Comunidad y con nuestras gentes. Nuestros parados, necesitan empleo. Nuestros jóvenes esperanza.

Y por eso no se entiende la inacción del gobierno. No es de recibo, que ante las altas tasas de paro, la única respuesta sea reducir las políticas activas de empleo y esperar a que escampe.

El Gobierno de Aragón, debe salir de su letargo, tiene que dejar de esconderse tras la crisis y las políticas de recortes del Sr. Rajoy. La Presidenta Rudi, el gobierno del PP y el PAR, están obligados más que nadie, a defender las competencias autonómicas y ponerlas al servicio de la ciudadanía, especialmente de los más vulnerables a los efectos de la crisis. Gobernar en Aragón, no es paralizarse a la espera de lo que digan en Madrid. Es ser diligente para dar salida a los problemas.

No nos van a callar, ni a doblegar. Contra los recortes, contra el precipicio, vamos a seguir movilizados. Los trabajadores, los ciudadanos y ciudadanas de este país, vamos a seguir con nuestra rebeldía pacífica y democrática. En la calle, en las empresas en todos ámbitos sociales. Vamos a tomar la palabra para decir, de forma nítida y clara, que ya está bien. Nos tendrán que escuchar, a pesar de su sordera.

Viva el primero de Mayo Viva la Unidad Sindical Viva la Justicia Social

Julián Buey Secretario General CCOO Aragón

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