La patronal CEOE aborta de nuevo el diálogo social.

Publicado: 6 junio, 2011 en Sin categoría

Los Convenios Colectivos regulan las condiciones laborales de millones de trabajadores en nuestro País.

 Un nuevo fracaso del diálogo social en el ámbito estatal no es una buena noticia. Tampoco lo es nueva. Al aborto inducido por CEOE la primavera del año pasado en las negociaciones para una reforma laboral consensuada, se une el han provocado este pasado mes de Mayo en las negociaciones para la reforma de la negociación colectiva.

La firma del Acuerdo Económico y Social firmado en Febrero de este año, por Sindicatos y Empresariales con el Gobierno, entre otras cuestiones nos emplazaba a todos a introducir cambios en la forma de acometer y desarrollar la Negociación Colectiva. Era una buena oportunidad  para reformar algunas líneas maestras de un sistema que regula las relaciones laborales de millones de personas, en cientos de convenios negociados y pactados en ámbitos sectoriales y empresas. Una buena oportunidad, no solamente para reforzar la competitividad de las empresas, sino de mejorar algunos problemas derivados de una estructuración vieja, con contenidos y ausencias que evidencian una falta de adecuación importante a nuestro actual sistema productivo, a las nuevas demandas de los trabajadores y, por que no decirlo, a algunas cuestiones razonables que plantean los empresarios.

Parecía de sentido común meterle mando a la articulación de los convenios, adecurarla a la realidad productiva, flexibilidad pactada y con garantías, cobertura, vigencia, el papel de las comisiones paritarias, fortalecer mecanismos de conciliación y arbitraje…

Tres meses de negociación compleja de CCOO y UGT con la CEOE, apuntaban a que el acuerdo era difícil pero posible.  Las posturas se iban aproximando. Las grandes líneas se estaban diseñando con acuerdo. Todo apuntaban a  la posibilidad de  consolidar, desarrollar y adecuar  la negociación colectiva como factor determinante en las relaciones laborales, racionalizando algunos aspectos en los convenios, que concebidos hace treinta años, ya no se corresponden con las nuevas realidades del mundo laboral.

Los días previos a las Elecciones Autonómicas y Municipales del pasado 22 de Mayo, la CEOE pareció perder interés en cerrar los pequeños flecos que quedaban pendientes en la negociación y se negaba a aparecer públicamente con un acuerdo cerrado.

El día siguiente a que se definiera en España un nuevo escenario político, con un importante apoyo electoral al Partido Popular, arrecian las declaraciones de algunos sectores empresariales – Arturo Fernández de la Confederación de Empresarios de Madrid, adquiere una especial relevancia pública – y la CEOE retoma en la mesa de negociación algunos de los elementos más conflictivos, que ya habían sido superados en los días anteriores.

Las primeras declaraciones de Joan Rosell, presidente de CEOE, tras la ruptura del acuerdo, tenían un tufillo paternalista, achacando a los Sindicatos un “exceso de prudencia” y ejerciendo una “autocrítica” declarando que  “no han sido lo suficientemente «persuasivos» para convencer a los líderes sindicales de lo que necesita el país para salir de la crisis.” Sin embargo enseña las patitas por debajo de la puerta, cuando dice abiertamente “que no podían permitir la sindicalización de las empresas”

Terror a lo que ellos consideran sindicalización (contar con los representantes sindicales y potenciar las comisiones paritarias de los convenios), oportunismo político, u oportunidades de parte avistadas en la confluencia de los planes de ajuste europeos, la presion de los “rescates” y el nuevo escenario político… Hoy en un debate en Aragón Radio, los representantes empresariales de nuestra Comunidad Autónoma, se sumaban abiertamente al miedo a la “sindicalización radical” que veían en el acuerdo alcanzado y reivindicaban como legítima la posibilidad de rebobinar en función del nuevo escenario político. Las razones pueden ser múltiples, pero todas ellas tamizadas por una visión miope que ha hecho retroceder a la patronal española a las estrategias de vuelo de corto recorrido. Parecen  preferir el desgaste del gobierno y la apuesta inmediata por la competitividad de la miseria, a un acuerdo en el que primen las soluciones consensuadas a los graves problemas económicos y sociales que estamos sufriendo, con una más amplia perspectiva de  futuro.

Las retomadas pretensiones empresariales han sido sencillamente brutales. Dirigidas a una disminución feroz de los costes laborales; devaluación de los convenios sectoriales  y dificultando la participación sindical en los de empresa, adscripción voluntaria de las empresas a los convenios sectoriales, exclusión de amplios colectivos de la cobertura  de los convenios,  descuelgues sin control, eliminación de la ultra actividad..

 El Gobierno dice que, ante la falta de acuerdo,  va a legislar. Y se mire como se mire, una nueva reforma legislada de forma unilateral, al margen del consenso deseable,  no es precisamente garantía de eficiencia. Veremos el contenido y su recorrido en el Parlamento. El Sindicato, mientras , ha reiterado su voluntad de seguir defendiendo los derechos de los trabajadores en cada empresa, en cada convenio. Contando con los trabajadores, como siempre.

Ver Gaceta Sindical, número especial sobre reforma de le negociación colectiva.

 Negociación Colectiva, Salarios y Competitividad.

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